Por Carolina Abeiro, Coordinadora de Comunicación y Voluntariado de Fundación Medihome
Después de una reprogramación por las condiciones sanitarias que vivimos debido a la pandemia del COVID – 19 llegó el momento de censar. El último censo se realizó en el año 2010, y el de 2022 es, en principio, innovador, ya que será el primer censo argentino que se realizará de manera virtual -presencial. Con una brecha de 64 días comenzará primero el censo digital para pasar posteriormente a completar el conteo de manera presencial.
Todas las personas tienen que ser censadas. Pero ¿de qué manera? ¿Qué datos importan? O mejor dicho, ¿qué población importa?
En la web oficial (censo.gob.ar) hay un apartado que enuncia “La discapacidad en el censo” y el mismo explica que dentro del módulo “Hogar” la pregunta 9 está dirigida a cuantificar la presencia o ausencia de al menos una persona y cito textual “con dificultad o limitación en el hogar” y al mismo tiempo aclara que la palabra “Discapacidad” no se utiliza en el censo porque es una palabra polisémica ¿Qué quiere decir esto? Significa que admite varios significados.
A partir de esta medida, el INDEC “podrá”, dice el enunciado oficial, realizar un nuevo estudio sobre el perfil de las personas con discapacidad en Argentina, es decir, dividir el censo en dos, uno para personas convencionales y uno para personas con discapacidad.
El enunciado sigue estableciendo que el único instrumento oficial para determinar el tipo de discapacidad de la persona es la obtención del Certificado Único de Discapacidad y prosigue y cito textual “El censo NO busca captar si la población posee o no un certificado único de discapacidad”.
Al día de la escritura de esta columna, no hay una certeza de cómo van a censar a las personas con discapacidad, es más, la división del censo entre personas convencionales y personas con discapacidad es sólo un reflejo de cómo vivimos, separados, preocupados por la inclusión y no ocupados realmente. El censo de las personas con discapacidad es al día de la fecha sólo una promesa.
¿Cuál es el problema de no censar? Los números arrojan datos reales de donde parten las políticas públicas. Es a partir de los datos que se pueden tomar decisiones de impacto destinadas a mejorar la calidad de vida de las personas.
¿A cuántas personas con discapacidad conoces? Son pocas, ¿no? ¿Alguna? ¿Ninguna? ¿Dónde están? La respuesta es que no están -o no todas al menos-. Transitar la vía pública se vuelve todo un desafío, estudiar, trabajar, divertirse, socializar ¿Cómo hacerlo? Si tenemos una ley nacional de accesibilidad que nunca se cumplió ¿Cómo hacerlo? Si es el Estado quien impulsa la ley y quien se tiene que encargar de hacerla cumplir. El recurso se agota en sí mismo.
El 15 de marzo fue el día Nacional de la Accesibilidad y esto nos lleva a preguntarnos ¿Los censistas están capacitados para abordar el conteo? Si es necesario utilizar lengua de señas ¿Podrían hacerlo? Podría enumerar un sin fin de herramientas que un censista tendría que tener y no por voluntad propia, sino que es facultad del Estado capacitar y brindar las herramientas para la realización de este trabajo, porque ser censista, en definitiva, es un trabajo.
Hay algo que también está para analizar cuando se dice que decidieron utilizar este tipo de palabras porque copiaron censos de Portugal por ejemplo y vuelvo a citar textual: “Los términos ‘dificultad’ y ‘limitación’ han sido adoptados en el cuestionario definitivo del Censo luego de múltiples pruebas presenciales y de acuerdo a las recomendaciones de los organismos internacionales de expertos para la medición de la discapacidad. Con estos términos se indaga en los censos de Bolivia, Brasil Colombia, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, México, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Uruguay, Nueva Zelanda, Italia, Portugal e Israel, entre otros”
Por lo que, no sólo que se viola un derecho con jerarquía constitucional que es la utilización de la definición “Personas con Discapacidad” sino que, además, se explica por qué se viola ese derecho como si se justificara de algún modo. Ahora bien, para saber además qué impacto tiene la medida tomada de, según dicen, censos como el de Portugal o Nueva Zelanda también tenemos que estudiar todo el censo restante y eso escapa a los fines de esta columna.
