Grupo Medihome, líder en la asistencia domiciliaria integral con delegaciones en todo el país, lanzó este mes su campaña anual “En movimiento contra el ACV”, para concientizar sobre el Ataque Cerebro Vascular, enfocada en la nutrición sana, uno de los objetivos 2020 de la comunidad médica para la prevención de esta afección. El martes 29 de octubre (Día Mundial de la lucha contra el ACV), Grupo Medihome realizará gratuitamente chequeos básicos a quienes quieran acercarse y les dará asesoramiento sobre factores de riesgo y medidas para prevenir esta afección, en calles 60 y 120, junto a una de las sedes de la Universidad Nacional de La Plata.
El ACV es un síndrome clínico de origen vascular caracterizado por la aparición de signos y síntomas rápidamente progresivos, debidos a una pérdida de una función focal y que dura más de 24 hs. “Se prefiere hablar de Ataque Cerebro Vascular y no de accidente pues no se trata de algo fortuito o inesperado, sino que esta generado por factores de riesgo conocidos y factibles de modificación”, afirma el Dr. Juan Manuel Baldovino (M.N. 111.331), Neurocirujano de Grupo Medihome.
Valeria Muda, Directora de Grupo Medihome, sostiene: “Un significativo porcentaje de pacientes ingresa a la Internación Domiciliaria luego de haber sufrido un ACV. Por eso desde Medihome trabajamos en la concientización y prevención, estando al lado de las personas en todo momento”.
El ACV puede ser de dos tipos: isquémico, donde se obstruye la circulación de sangre al cerebro; o hemorrágico, donde de genera una hemorragia en el cerebro por ruptura de un vaso. El isquémico es el más frecuente, con un 85% de probabilidad, mientras que los hemorrágicos tienen el 15% y para estos la hipertensión arterial es la causa más frecuente, la cual está vinculada a una mala alimentación.
El Dr. Baldovino afirma: “Se han planteado metas para el año 2020, en base al monitoreo de siete factores de riesgo y comportamientos clave que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y ataque cerebral. Se los denomina “Los 7 Pasos”: ejercicio, dieta saludable, buen peso corporal, no fumar, controlar del nivel de colesterol, la presión arterial y la glucosa”.
Alimentación consciente
El Dr. Baldovino afirma que “generar un hábito de alimentación saludable no solo consta en lo que comemos sino en cómo es que comemos. Se recomiendan 4 comidas al día, desayuno, almuerzo, merienda y cena, y la implementación de colaciones entre estas, llegando a unas 7 ingestas diarias. Esta forma de alimentación facilita la nutrición del cerebro”.
La Lic. en Nutrición Antonella Roncolato (M.P. 3502), miembro de Grupo Medihome, agrega: “Los alimentos que son fuente de ácidos grasos omega-3, presentes por ejemplo en sardinas y semillas de chía, ayudan a mantener el corazón sano y protegido. Semillas como las de la calabaza tienen un alto contenido de aceites grasos esenciales y fitoesteroles que pueden contribuir en la reducción de los niveles de LDL, conocido como colesterol malo. Las frutas secas han demostrado beneficios en la prevención de enfermedades. El vino presenta una alta capacidad antioxidante. El aceite de oliva reduce la aparición de riesgo cardiovascular y aumenta el colesterol “bueno” o HDL”.
Los profesionales sugieren compartir una comida en familia o cocinar en el hogar junto a los seres queridos. Asimismo para reducir los factores de riesgo del ACV, indican realizar al menos dos horas semanales de actividad física, llevar una vida social activa, vacunarse contra la gripe, controlarse la presión arterial, evitar el tabaquismo, el consumo de sal y el sedentarismo.
Síntomas
La aparición brusca de cualquiera de las siguientes “5C” requiere de una consulta médica urgente. En la Caminata, súbita alteración del equilibrio para caminar; Ceguera –pérdida repentina de la visión o visión doble-; Confusión –aparición de problemas para hablar o entender-; en el Cuerpo, sentir un lado débil, dormido o paralizado en la cara, brazo y o pierna; dolor de Cabeza muy intenso que no se va con analgésicos comunes.
Mientras más temprano sea el tratamiento del ataque mayores serán las posibilidades de sobrevivir y menores las secuelas que se produzcan. Es fundamental trasladar a la persona afectada inmediatamente a un centro asistencial que cuente con servicio de tomografía computada y terapia intensiva.
Nélida Ricci, paciente de Baldovino, cuenta su experiencia: “Sufrí un accidente cerebrovascular hace 12 años, a los 60. En ese momento estaba con un estrés muy grande. Estaba planchando cuando pasó, sentada. Cuando quise agarrar la ropa, no la veía bien. Me parecía mal planchada. Quise agarrarla y no se abría mi mano. No podía hablar tampoco. Tenía la pierna paralizada. A pesar de todo estaba consciente y logré alertar a otros, haciendo un ruido. Rápidamente me llevaron al hospital. Hasta hoy le agradezco a los médicos por la atención que me dieron. A la hora de la intervención ya podía mover la pierna. Estuve internada una semana y 4 o 5 días en coma farmacológico para desinflar el cerebro”. Respecto del tratamiento posterior afirma: “Durante un tiempo usé bastón pero ya no, porque llegue a tiempo cuando tuve el ACV”.
El ACV a cualquier edad suele dejar secuelas y en 1 de cada 3 personas graves, lo que implica que requieren de cuidados especiales y la asistencia de terceros por el resto de sus vidas. Es muy importante que el paciente pueda ser externado lo más pronto como sus condiciones clínicas lo permitan. El mejor lugar para recuperarse y hacer la rehabilitación es la propia casa del enfermo, con sus cosas, junto a sus afectos.