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Argentina es uno de los países del mundo con mayor cantidad de médicos según el último informe del Banco Mundial. Los datos aportados hasta 2017 por el Ministerio de Salud, marcan que hay 4 médicos por cada 1000 habitantes. Es una situación similar a la que vive Alemania (4.2); Finlandia (4) e Italia (4), por ejemplo. Y muy superior a Francia (3.3), México (2.4), Brasil (2.2), Estados Unidos (2.4), Canadá (2.6), Bolivia (1.6), Chile (2.6), Colombia (2.2) por citar algunos.

Inclusive, un reciente informe de Eurostat, la Oficina Estadística de la Unión Europea, afirma que nuestro país tiene más médicos por cada 100.000 habitantes que la suma de los 27 países de la Unión Europea (400 médicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 390 facultativos que tiene la UE por cada 100.000 habitantes). El estudio analiza las principales economías pertenecientes al G20 y 16 países del resto del mundo Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, India, Indonesia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

Si bien estas cifras pueden ser motivo de orgullo, la realidad es que esta relación entre médicos y población del país no es homogénea en todo el vasto territorio argentino.

A poco de celebrarse el Día del Médico a principios de este mes, expertos se refieren al tema de la concentración de profesionales en grandes urbes, en detrimento de las necesidades concretas y cada vez mayores de la población rural o de pequeñas ciudades.

El doctor Matías Biolatto, médico integrante de Grupo Medihome, (MN 10.787) y especialista en Medicina general, familiar y en Medicina laboral, relató su experiencia personal y profesional que lo llevó a dedicarse a la medicina en la ciudad de Colón, Entre Ríos desde hace 9 años, luego de estudiar en Rosario y proponerse nuevos desafíos laborales lejos de esa gran urbe.

La realidad es que hoy la mayoría de los médicos en el país están concentrados en las grandes ciudades. Hoy tengo mucho trabajo y en general veo muchas posibilidades para quienes comienzan. Siempre hay necesidad de demanda”, explicó Biolatto, que desde hace 7 años integra el staff de Grupo Medihome.

Cuando llegué a Colón hacía falta el médico en lo cotidiano. Trabajando en el Hospital nos dimos cuenta que muchas veces el paciente no tenía los medios para seguir atendiéndose en el centro de salud o se le dificultaba llegar para seguir su evolución luego del alta médica. Hacerle el seguimiento, curarle las heridas, ayudarle en el contexto familiar o en su rehabilitación -por ejemplo, en las personas que habían sufrido un ACV-. Ahí me di cuenta de la importancia de la Internación Domiciliaria y el seguimiento del paciente en su domicilio. Y allí fue cuando me inicié en Medihome”, destacó el especialista.

En estos 7 años la asistencia médica en los domicilios de los pacientes ha crecido mucho. Hoy en día hay cada vez más concientización por parte del paciente y de las obras sociales o prestaciones privadas de salud de la necesidad del seguimiento médico en el domicilio del paciente, generalmente añoso.

Las personas nos agradecen la posibilidad de ir a controlarlos en sus hogares. Nos abren la puerta y se crea un ambiente muy especial, donde el profesional puede entender mejor la patología del paciente. La mayoría de las personas que atendemos son adultos mayores que muchas veces viven solos y aprecian que un médico o enfermero los visite”, precisó Biolatto.

El doctor Darío Amoruso, médico especialista en Clínica Médica y Auditor Médico General de Grupo Medihome explicó que hoy uno de los principales desafíos de la medicina moderna es la atención personalizada del paciente, donde la prestación domiciliaria cobra cada vez más importancia. “Hoy el médico invade el entorno de la familia, entra en la casa del paciente con el desafío de poder integrarse en forma armónica a su vida cotidiana para beneficio de mejorar su salud. Esto requiere experiencia médico-asistencial y de situaciones de potencial conflicto y relaciones humanas. En un paciente internado, el médico maneja la variable biológica. En la internación domiciliaria o visita periódica al hogar, también maneja la variable psicosocial del contexto y la familia que rodea al paciente. En una institución al tener divididas las responsabilidades asistenciales, la relación médico paciente se encuentra diluida. En la internación domiciliaria se hace más comprometida y amena”, destacó Amoruso.

Y agregó: “El médico domiciliario logra una relación y una continuidad única con el paciente. Puede interpretar e identificar complicaciones de salud y hasta socio afectivas en el entorno del paciente. Inclusive, puede recomendar el ingreso de otros trabajadores sociales para ayudar a su recuperación. Es un desafío que el profesional quiera ir a los domicilios. Hay una tendencia vieja que marca que el paciente debe ir a la institución a buscar su salud y a sus médicos. Hoy estamos aquí para cambiar ese viejo paradigma”.

Ser un buen médico requiere muchos años de estudio, preparación y sobre todo contar con una gran vocación de servicio, además de poder trabajar bajo estrés y estar siempre llevando el control y seguimiento de cada uno de los pacientes. Nada recompensa más al profesional de la salud que un paciente al que ha podido ayudar.

Cerramos esta nota felicitando y agradeciendo la labor de todos los médicos y médicas y deseando que hayan pasado un Feliz Día y que comiencen un gran 2022 y sigan haciendo de nuestro país un ejemplo para el mundo.

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